Recurrir a los cuadros para decorar las paredes de una casa es lo más común del mundo. No eres ni el primer ni el último que lo hará. Ahora bien, la decoración de paredes con cuadros es algo que hay que hacer poco a poco, para evitar meter la pata.
¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de elegir un cuadro?
Hay una serie de características que debe cumplir un cuadro para colgar según en qué zona de la casa. No puede ser simplemente que te guste, también debe concordar con el resto de la estancia para que todo se funda en una combinación repleta de armonía.
Tamaño
Lo primero de todo es mirar bien el tamaño del cuadro. Los cuadros de gran tamaño son perfectos para poner en el cabecero o en el salón, pero no quedan tan bien en espacios como el pasillo o la cocina.
Sí que se puede poner un cuadro de gran tamaño en el comedor, o si la cocina está unida al comedor. No obstante, nada de poner un cuadro de este tamaño en la habitación de un niño, un cuarto de invitados o cuando la sala es muy pequeña.
En estos casos es mejor recurrir a los cuadros más pequeños o de tamaño medio, colocándolos de un modo original como ya explicaremos un poco más abajo.
El marco
¿Con o sin marco? Es la eterna pregunta que se hacen muchas personas. Seamos francos, un cuadro con marco queda muy bien, sobre todo si es de madera de buena calidad.
Ahora bien, ¿pegará la madera con una decoración moderna? ¿Minimalista? ¿Nórdica? Según el tipo de decoración que tenga la estancia en la que irá el cuadro, te interesara que tenga o no marco.
La ilustración
Está más que claro que a la hora de comprar un cuadro vas a escoger uno que tenga una ilustración que te guste. No obstante, está tendrá que casar con la decoración que hay en la sala.
Por ejemplo, ¿pegaría un paisaje boscoso con una decoración náutica? ¿Unas locomotoras con una decoración moderna? No. Dentro del estilo de decoración que tiene la sala tendrás que buscar una que encaje en tu gusto personal.
¿Dónde poner los cuadros para que queden bien?
Cuando se compra un cuadro, claramente lo primero que pensarás será colgarlo en la pared. No te estamos diciendo que estés haciendo mal, al contrario, es la solución más sencilla. Es solo que existen otras bastante interesantes.
Sobre unas baldas
¿Por qué llenar la pared de agujeros cuando puedes poner el cuadro sobre una balda? Bien puesto, podrás poner otros objetos decorativos delante del cuadro que hagan un fabuloso efecto visual.
Es una técnica cada vez más utilizada, y una buena solución si no te apetece acabar convirtiendo las paredes de tu hogar en un colador.
Sobre los muebles
¿Poner los cuadros sobre los muebles? ¿Y por qué no? Si tienes algún espacio libre en alguna balda, o el mueble es demasiado grande y no cuentas con accesorios suficientes para llenarlo, ¿qué tendrá de malo que le pongas un cuadro para decorar? Quedará muy bien, ya lo verás.
En el suelo
No, no te estamos tomando el pelo. Cada vez son más los partidarios de poner cuadros en el suelo para que decoren la casa.
En una esquina que tengas vacía, en un hueco al lado de un mueble… si tienes un espacio en el que no sabes que poner, y queda a la vista, no lo dudes y pon un cuadro.
Formas de decorar con cuadros
¿Ya te has comprado los cuadros? Bien, ahora ha llegado el momento de ponerlos en la pared. Pero, ¿cuál es la mejor forma? Queda claro que si es un cuadro grande vas a colgarlo y punto. Ahora, ¿y si tienes más de uno?
Dos cuadros o un tríptico
Puede ser que hayas comprado una imagen que esté partida en dos o, incluso, en tres cuadros. Esto generalmente se hace con los cuadros de pintura abstracta. Estos los puedes poner uno al lado del otro, que estén a diferente altura o bien con un poco de separación entre ellos, aunque estén a la misma altura.
Hacía el suelo
Siguiendo con el caso anterior, si has comprado un cuatro partido, por ejemplo, de un edificio famoso, y está partido en varios, ¿por qué no ponerlo hacia el suelo? Quedará bastante bien y llenará un hueco de la pared que no sabrás que hacer con él.
Mosaico
Si lo que has comprado son varios cuadros pequeños, o incluso medianos, podrías hacer un pequeño mosaico. El truco está en elegir una imagen que destaque para el centro, y luego colgar el resto a su alrededor, formando una espiral, o un circulo si lo prefieres. Así conseguirás una bonita decoración.