¿Qué hay más bonito que tener un cuarto bien decorado? Sea el cuarto de tu hijo, el tuyo propio o un cuarto de invitados, el que haya algún objeto decorativo siempre ayuda a que resulte un poco más agradable estar en él.
¿Qué no te lo crees? Piénsalo bien, ¿qué hará que te sientas más cómodo cuando entras en el dormitorio: una bonita imagen que te invite al descanso o una pared fría y desnuda? ¡Así es como se realiza la decoración de cuartos con cuadros correctamente!
Para un cuarto principal
Comencemos por el que va a ser tu cuarto. A fin de cuentas, es el lugar en el que duermes y el primero que querrás que esté preparado, ¿verdad? Pues bien, en la decoración de cuartos principales con cuadros hay varias opciones.
La primera es la más sencilla, que consiste en comprar un cuadro de gran tamaño. Este irá colgado sobre el cabecero de tu cama. De ancho no puede ser más grande que el ancho de la cama, tenlo presente, y debe estar colgado a unos 30-40 cm sobre tu cabeza. Si tienes un cabecero, entonces que esté a unos 20 cm de altura de este. Esta opción es perfecta para obras abstractas o si te gusta alguna obra de arte en concreto y quieres tener una copia de esta.
La segunda opción sería poner una hilera de cuadros, colocados en fila, misma altura y con un diseño similar. Las ilustraciones, por supuesto, deben estar relacionados entre sí, ya sea por el tipo de marco o porque las ilustraciones, aunque tengan patrones diferentes muestren algo parecido.
Hay quien opta por poner una agrupación de cuadros sobre la zona del cabecero. ¿Recomendable? No, la verdad es que no, salvo que sepas muy bien hacerlo. Si encuentras una serie de cuadros que casen bien entre ellos inténtalo, pero podría saturar este espacio.
¿Qué sucede si no puedes aprovechar la zona del cabecero? Siempre te queda poner un cuadro sobre las mesitas de noche, o colocar una balda un poner el cuadro apoyada en esta. Pero nunca, y esto es importante, pongas un cuadro en la pared de enfrente a la que duermes. ¿El motivo? Genera muy mal Feng Shui y es posible que corte un poco el sueño.
En un cuarto de invitados puedes seguir el mismo patrón
¿Tienes un cuarto para invitados en casa? Entonces puedes seguir el mismo patrón que en el dormitorio principal. Si en ese dormitorio tienes una cama de matrimonio, pon un cuadro grande sobre el cabecero.
Y dado que en estos espacios se suele poner un único armario, las paredes que quedan vacías pueden contar con algún cuadro bonito y llamativo. Ahora, ¿es un dormitorio con un sofá cama? No pasa nada, pues sobre el sofá, o sobre la cama individual, podrás poner una pieza de arte para que destaque un poco.
En los cuartos de los niños no hay que saturarlos
Cuando estás decorando la habitación de un niño, no es bueno saturarlo demasiado. Los niños suelen ser un poco especiales con la decoración de sus cuartos a una determinada edad, así que, ¿Por qué no ser previsor?
Mientras sea un bebé sí que puedes adornar las paredes con un par, y tan solo un par, de cuadros. Pueden ser imágenes de pequeños animales, fotografías o lo que desees, pero que estén colocadas a un costado. Cuando crezcan, intenta llevarlos por el buen camino recomendándoles poner un cuadro en la pared en la que está la cama, pero que este no sea demasiado grande y de algo que le guste al niño. Recuerda que es su cuarto y debe gustarle a él antes que a ti.