Sabes bien que los cuadros son un accesorio casi obligatorio en la decoración de cualquier casa. Ahora bien, ¿quién te ha dicho a ti que tienen que estar colgados de la pared? Sí, lo sabemos muy bien. Toda la vida se ha colgado un cuadro de la pared, porque ese es su sitio.
Pero, hoy en día han salido otras tendencias un poco más modernas que apuestan por ideas más originales: poner los cuadros en baldas, dejarlos apoyados en el suelo, apoyados en los muebles… Una práctica muy actual, y que solo tiene ventajas para ti.
¿Por qué es mejor apoyar los cuadros en lugar de colgarlos?
Piénsalo bien, ¿de verdad vas a tener el mismo cuadro colgado en la pared toda tu vida? No, los cuadros hay que cambiarlos cada cierto tiempo, porque si no la decoración de la casa es bastante aburrida.
Y puede que cuando lo cambies, quieras poner otro más pequeño, o en lugar de donde había uno solo poner dos. En estos casos, tendrás que hacer nuevos agujeros, y es posible que no puedas aprovechar el que había. ¿Te hará gracia tener una pared agujereada? Aunque no los veas, sabrás que están ahí.
Es posible que optes por una de las tantas soluciones que hay para tapar los agujeros de los cuadros, pero, ¿no tendrás que pintar la pared de nuevo para que quede bien? Todo son quebraderos de cabeza, y por eso es mejor apoyar los cuadros a colgarlos.
Estéticamente queda mejor
Es posible que nunca hayas visto una casa con cuadros apoyados en los muebles, y por eso mismo ahora no lo puedas visualizar en la tuya. Pero, lo cierto es que, estéticamente queda mejor apoyar unos cuadros que tenerlos colgados.
Cuando cuelgas un cuadro, no puedes tener nada más junto con este. Puedes poner algún detalle al lado, pero, ¿y delante de él? Nada de nada. En cambio, si donde quieres poner el cuadro pones una balda y lo apoyas, ¡tienes vía libre para poner muchos más accesorios! Esto te permite crear una decoración con una estética impresionante.
Según el tipo de arte, es mejor usar este estilo
Claramente, esta técnica decorativa no sirve para todos los tipos de cuadros. Si te has comprado un cuadro que imita la noche estrellada de Van Gogh, ¿vas dejarlo apoyado? No, ese sí que tiene que lucir bien en la pared, colgado a lo grande.
En cambio, los cuadros abstractos, cuadros que no usan lienzos y que ofrecen diferentes perspectivas de una misma imagen… todos estos sí que son cuadros que puedes poner apoyados.
En el suelo, dirá mucho
¿Crees que un cuadro apoyado en el suelo no va a decir nada? Eso es porque no has visto esta técnica en acción. Pongamos un salón como ejemplo, que sea bastante ancho.
Un sofá biplaza en un lado, y al otro un par de butacas. Queda una esquina libre en la que no hay nada. Ahí puedes poner una mesa auxiliar, y además un cuadro apoyado en el suelo. Todo el que entre en la sala, lo verá y se fijará en él.
¿Y en la escalera? Pues en lugar de colgarlos en las paredes, que haya un cuadro apoyado en cada escalón. ¿Por el pasillo? Es una zona de paso por lo que no es muy recomendable, pero si es ancha y tiene un giro, podrías poner un cuadro apoyado en el suelo siempre y cuando no sea una zona de mucho paso.